lunes, 19 de diciembre de 2011

La "Guerra del Pasivo" y cómo sacar provecho (III): Planes de Pensiones

Sin duda es el producto de ahorro estrella de fin de año para los bancos, y es que su mayor atractivo no es la rentabilidad que ofrece, ni siquiera el regalo que te hace el banco por la aportación de dinero, lo que realmente lo hace interesante es la desgravación fiscal que tiene.

No obstante, vamos a empezar por el principio, ¿qué es un plan de pensiones? Bueno pues se trata de constituir una disciplina de ahorro de cara a la jubilación. Los planes de pensiones permiten realizar aportaciones periódicas (mensuales, trimestrales, etc.) o bien extraordinarias, que son las que podemos realizar en cualquier momento del año a petición nuestra.

El dinero que vamos aportando, ya sea a través de nuestro plan periódico de aportaciones o bien mediante aportaciones extraordinarias, o ambas, se va depositando en un fondo de pensiones, que es similar a un fondo de inversión, pero básicamente se diferencia de estos en que se comunica a Hacienda que el dinero que los partícipes depositan en él, es para la jubilación, y por lo tanto tiene implicaciones fiscales que más adelante veremos.

Como los fondos de inversión, en cualquier momento podemos cambiar nuestro plan de pensiones de una entidad bancaria a otra (traslado) o incluso en el mismo banco cambiar de un tipo de plan a otro.

Hay planes que invierten en renta fija, renta variables, mixtos, etc., es parecido a los fondos de inversión. En cada momento nos puede interesar un tipo de fondo concreto. Normalmente, los partícipes con edades próximas a la jubilación suelen decantarse a planes de pensiones conservadores (renta fija o garantizados), de forma que como quedan pocos años para jubilarse, interesa consolidar ganancias y tener las menores variaciones en nuestro dinero posibles. Sin embargo, los más jóvenes, los que les quedan 10 años o más para jubilarse, deberían decidirse por planes de pensiones más arriesgados (renta variable o mixtos), ya que a largo plazo los mercados de valores suelen tener rentabilidades más altas, a pesar de las oscilaciones en las cotizaciones.

Sin embargo, en la situación actual, hasta el más arriesgado puede resguardarse en un plan conservador y retomar el camino de los planes de pensiones de renta variable en cuanto la economía muestre signos de recuperación.

Una estrategia de diversificación, que como siempre suele ser lo más acertado, consistiría en tener contratado más de un plan de pensiones en la misma o diferentes entidades de ahorro o compañías de seguros, con diferentes estrategias de inversión (recordemos que los bancos no son las únicas comercializadoras de planes de pensiones, puesto que las aseguradoras son muy activas en su venta).

¿Por qué les interesa tanto a los bancos que pongamos dinero en Planes de Pensiones?
La respuesta es sencilla y es la de siempre: comisiones. Los bancos cobran una comisión por el dinero que mantenemos en planes de pensiones, son muy variadas y dependen del plan. Al igual que en los fondos de inversión, cuando nos envían a casa la información de nuestro plan con la rentabilidad de éste, ya viene descontada la comisión del plan.

En el siguiente artículo veremos las aportaciones y su fiscalidad, en la última parte las prestaciones junto con su fiscalidad y conclusiones generales sobre los planes de pensiones.




Mr. Fahrenheit

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