martes, 1 de mayo de 2012

Esto no Arranca

Mi padre siempre me decía que por muchas ganas que pongas y por bueno que sea el coche, sin gasolina no arranca. Pues bien, esto no arranca y precisamente no va de coches.

Las elecciones generales fueron el pasado mes de noviembre, y todo hacía indicar que cada uno de los partidos políticos tenían la solución a los problemas de España, y durante la campaña trataron de convencernos de ello. Llegó el día de la votación y los españoles dimos la confianza al nuevo Gobierno, con mayoría absoluta, para arreglar nuestros grandes problemas: el paro, la economía y la clase política.



Ha pasado ya un tiempo razonable y las cosas no han mejorado, siendo en realidad peores y sin luz en el horizonte: tenemos más paro, los problemas del sistema financiero no acaban de resolverse y los políticos no dejan de sorprendernos con todo tipo de curiosas colocaciones de amigos y familiares, contratos a dedo, escándalos, obras faraónicas sin utilidad, etc.

Para más inri, las reformas que se han realizado hasta el momento no han servido para crear ni confianza en los mercados internacionales, ni para crear empleo, ni para reactivar la economía y ni tan siquiera para dar ánimos u optimismo al país. El nuevo Gobierno se ha desmarcado de sus promesas electorales y no deja de subir impuestos: sobre la renta, IBI, sociedades, y ahora el IVA. Reforman las leyes laborales para poder despedir más barato e impulsan una amnistía fiscal fracasada para que los defraudadores traigan los capitales evadidos por un módico 10%. Y siguiendo esta carrera de despropósitos, se ajustan los presupuestos y se recorta lo intocable: Sanidad y Educación.

Primero, si había que hacer todo esto, hubiera sido mucho más lógico que nos lo hubieran explicado antes de votar, porque así habría sido posible elegir la forma de salir de la crisis según el programa de cada partido, con todas las cartas boca arriba, pero por supuesto, los ciudadanos PARA LOS QUE SE GOBIERNA, no solemos contar para los políticos.

Y, segundo, ¿qué nos puede esperar con este tipo de reformas? Si el Gobierno focaliza sus políticas en reducir el tamaño del Estado del Bienestar, lo que va a conseguir es una menor calidad en todos aquellos servicios por los que el ciudadano va a pagar más impuestos, lo cual significará que el ciudadano tendrá una menor renta disponible y reducirá aún más el consumo, por lo que las empresas reducirán sus ventas y sus beneficios. Caen las ventas, los beneficios y suben los impuestos = se reduce la inversión, pero no sólo la privada, sino también la pública, porque al contraerse el tamaño del Estado, el consumo, la renta disponible así como la propia limitación a endeudarse, el gasto público se reducirá notablemente.

Ahora viene una idea algo más compleja: al reducirse el consumo, se contrae a su vez el ingreso esperado por el Estado a través del IVA, ya que aunque lo incremente, al venderse menos, el efecto será negativo. Tendremos más parados, es barato despedir, y como la economía está en recesión y ha caído el consumo y la inversión, las empresas no tienen necesidad de contratar personal.

En fin, podríamos seguir con más ideas y variantes macroeconómicas, pero no vale la pena, porque tienden a tonos cada vez más oscuros y pesimistas, puesto que todo esto se complica aún más cuando el Estado español ya no tiene la manija de dos interesantes variables para contrarrestar la crisis: 1. Tipos de Interés y; 2. Tipo de Cambio, ambas variables dependen de Europa, y eso es igual a decir que se rigen a criterio de Alemania, o sea, Merkel, y eso es darse contra un muro, pues es nuestro principal acreedor y lo que le interesa es asegurarse cobrar lo que nos ha prestado, no interesándoles ni un ápice si los ciudadanos españoles perdemos calidad de vida o nos despeñamos por un barranco.

Concluyendo, el nuevo Gobierno está tratando de salir de la crisis a la "alemana", y esto no es Alemania, ni lo será, pues ni tenemos una fuerte industria ni grandes empresas tecnológicas de I+D. Esto es España, y nuestro fuerte siempre ha sido el sector servicios, por lo que nuestra estructura productiva es diferente, así como nuestra balanza de pagos.

Si el Gobierno no da un giro importante en sus políticas, y en vez de recortar sin miramientos, se limita a recortar en lo que sobra de verdad, es decir, aquellas cosas que siempre fueron excesivas, con crisis y sin ella: infraestructuras innecesarias, elevadas fundaciones y empresas públicas, excesivos cargos políticos y de confianza, administraciones solapadas, subvenciones a partidos, gasto militar, escaso control al fraude fiscal de cuello blanco, poca o nula independencia en los organismos de las administraciones públicas, etc. Y en paralelo deben poner en marcha medidas que fomente el empleo (no los despidos), políticas que favorezcan a las industrias y las nuevas energías renovables (baratas y limpias), el consumo, la actividad económica, eliminar barreras monopolísticas o de oligopolio que hay en determinados sectores, arreglar de una vez el sistema financiero, limitar las operaciones especulativas, refinanciar la deuda pública, acelerar y mejorar los procesos para la creación de empresas, perseguir duramente el fraude fiscal y a la Seguridad Social, etc., nos va a costar muchísimo más de lo esperado salir de este "agujero", no sólo por el esfuerzo sino por el tiempo que tendremos que emplear para recuperarnos.

En definitiva, no podemos reducir gastos a diestro y siniestro y esperar que esto se arregle solo. Los recortes deben ser selectivos y precisos, no indiscriminados, reduciendo lo que sobra y si hace falta reformar profundamente las instituciones. Pero al mismo tiempo hay que impulsar la economía con medidas de expansión, de inversión, de creación de empleo, porque no se trata sólo de gastar menos, sino de ingresar más en el conjunto de la sociedad, en la suma de ciudadanos, empresas y Estado.


Mr. Fahrenheit
@ecofinahorro 

11 comentarios:

  1. Hola, Mr. Fahrenheit.
    Estoy de acuerdo contigo en gran parte.

    El otro día se lo escuché decir a algún tertuliano de la televisión o de la radio, no recuerdo exactamente: "España necesita buscar el modelo productivo que va a tener de aquí en adelante". Probablemente tenga razón. Si durante quince años hemos sustentado nuestra economía sobre el ladrillo, ahora debemos buscar otro elemento que impulse al país pero que no sea efímero como la construcción: necesitamos un plan para el futuro.

    Y el gobierno saca nuevas reformas cada viernes y eso está muy bien. Me parece correcto que deba sacar reformas "estructurales" que no den su fruto hasta pasados unos meses, por su carácter medio placista. Me parece muy bien también que impulse reformas para reducir el déficit ya mismo. No voy a entrar a valorarlas. Pero, ¿dónde están las reformas que llevan a motivar al mercado español? ¿Dónde los incentivos puestos en la calle para las empresas, para que el dinero vuelva circular? ¿Cuánto piensan demorar más la ley para emprendedores, tanto que pensaba en los emprendedores?

    Sería más productivo intentar poner a la gente rápidamente a producir que en subir más impuestos. O eso creo yo.

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    1. Hola HayqueBer, gracias por compartir con todos tus ideas y pensamientos.

      LA realidad es que de entrada fue un error creernos que el crecimiento se podía sustentar con la construcción, ya que con el suelo y con un bien de primera necesidad no se puede sustentar la producción industrial del país, pues esto era especulación, y de ahí que se formara una burbuja, pues sólo se forman burbujas cuando se especula.

      Opino que llevas razón cuando dices que no se deben tomar medidas por cuenta-gotas, y más cuando no tienen el efecto que se espera, sino todo lo contrario, ni a corto, ni medio, ni largo plazo, pero evidentemente, será el tiempo el que de y quite razones, por ahora sólo podemos opinar y teorizar.

      Sin embargo, estoy plenamente insatisfecho con que el equipo de Gobierno esté aprobando reformas que no estaban ni en los programas electorales y que además desdicen palabras de los nuevos gobernantes, no tiene sentido, se les ha dado la confianza por las promesas realizadas, no un cheque en blanco.

      Un abrazo amigo!

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  2. Como siempre de "perogrullo" tu exposición. Pero por misteriosos motivos, algo tan elemental y sencillo, se complica de forma inaúdita y nos deja "boquiabiertos" a los comunes mortales que no vemos más allá de lo evidente. Felicidades y un cordial saludo.

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    1. Gracias a ti por leerme y por expresarte en este "rincón". Lo cierto es que en el futuro, seguramente se estudiarán las medidas que están tomando en Europa para salir de la crisis como un anti-manual de lo que no se debe hacer.

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  3. Totalmente de acuerdo. Opino lo mismo: si es tan evidente, por qué no tomamos ese camino?

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    1. Te voy a responder con otra pregunta: ¿si tan buenos son nuestros políticos, y tan claras tenían las soluciones a la crisis, por qué precisan de tantos asesores a su alrededor? Un saludo y gracias por leernos!

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    2. ¿Podemos entender que los asesores sí saben hacer la cosas y los políticos hacen lo que les recomiendan éstos, que es para lo que están?
      El problema viene cuando el asesor es más inepto que el político de turno. En ese caso, no entiendo para qué lo pone a su lado.

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    3. Muy bueno, esa reflexión es muy interesante: si el político sólo tiene "cartel" y es un inepto en la materia, necesita de asesores. Si los asesores son un desastre, porque se han escogido por "enchufe" o pago de otros favores, las decisiones serán aún más desastrosas y posiblemente dependerán de los equipos de funcionarios y si estos asesores y políticos deciden o no contar con los funcionarios, ya que normalmente los políticos y asesores (incomprensiblmente) no confían en los empleados públicos.

      Si los asesores son buenos, la cosa cambia algo, y es posible que se tomen medidas acertadas.

      A todo esto, si los políticos no tienen ni idea y necesitan tantos asesores, ¿por qué se presentan? ¿por qué les elegimos? ¿Por qué los subalternos torean mejor que los "primeros espadas"?

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    4. Creo que tengo las respuestas a esas preguntas, pero me parece que sería entrar en un debate que no tendría fin. Entiendo yo que eso tiene que ver con la profesionalización de los políticos: los políticos son profesionales de la política, pero no tienen conocimientos específicos de ningún teme referente a los "ramos" de los ministerios, consejería, delegación, concejalías, etc.

      Tal y como está la situación política en España, los políticos que ascienden y llegan a tener cargos relevantes son los que hablan y comunican. Sin querer demonizar a nadie, tenemos un ejemplo claro con José Blanco (ex-número dos del PSOE y ex-ministro de Fomento), que tiene como única titulación el Bachillerato. Posiblemente sea el caso más flagrante pero, ¿cuánto más políticos tienen carteras que no tienen que ver con sus conocimientos, en caso de tenerlos? Ahora estamos en una fase tan crítica (por aquello de la crisis) que empiezan a diferenciarse entre POLÍTICOS y TECNÓCRATAS; éstos últimos, sí que parecen que son personas formadas y con conocimiento, no con carrera política.

      Con todo esto, quiero decir que, para dedicarse a la política, hay que saber hacer política, que es diferente de gestionar y saber hacerlo bien en una administración pública. ¿Y por qué es esto así? Porque la sociedad necesita a políticos que les coman la oreja y le llenen la cabeza de cantos de sirena. Y es a éstos a los que finalmente votamos. En caso de ganar, si hay que gestionar, buscarán a alguien que sepa hacerlo.

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    5. En el fondo, muy en el fondo, los votantes, la población, somos los culpables. Somos demasiado tolerantes con las actitudes y aptitudes de las personas que nos representan.

      Se oye mucho lo de: "Tolerancia cero", pues yo opino que deberíamos tener olerancia cero con la corrupción a cualquier nivel, tolerancia cero con los ineptos, tolerancia cero con los derrochadores.

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