En determinados momentos de la vida seguramente nos hemos planteado si comprarnos un coche nuevo o de segunda mano, o bien una casa nueva o en segunda transmisión. Estos son mercados maduros en cuanto a compraventa de segunda mano, sin embargo, poco a poco, quizá a raíz de la degradada situación económica, están proliferando los mercados de multitud de artículos usados, veamos las ventajas e inconvenientes, dificultades y aspectos a tener en cuenta.
Vender
El ser humano, tras años y años de evolución, no ha dejado de ser un auténtico recolector de "cachivaches" inservibles. Nos cuesta desprendernos de las cosas, aunque no tengan ninguna utilidad para nosotros. Sin embargo, si analizamos muchas de nuestras pertenencias, observaremos que hay objetos que hoy por hoy no tienen ningún valor económico, ni siquiera como objeto de colección, pero si las hubiéramos puesto a la venta en otro momento, hubiéramos obtenido una interesante ganancia.
Por tanto, vender lo que no usamos puede ser una manera de ahorrar: ingresamos dinero y ahorramos en espacio. Pensemos en las veces que nos compramos un móvil nuevo y el anterior lo apartamos, o ese iPad 3 que sustituye al 2 ó al 1, ordenadores, electrodomésticos, mobiliario e incluso ropa. Lo que para nosotros no tiene utilidad puede ser interesante para otros, pero a un precio razonable.
No podemos pretender poner objetos a la venta sólo con una pequeña rebaja de su precio original, debemos pensar que hay una depreciación intrínseca sólo por el uso, la desconfianza del comprador, la obsolescencia, deterioro físico que pudiera haber, desgaste, nuevos modelos que devalúan el nuestro, etc. Además, para nosotros no tiene utilidad y el tiempo juega en nuestra contra, principalmente en los artículos tecnológicos, pues si el precio es muy alto y nadie nos lo compra, el tiempo va pasando y está perdiendo valor sin contar con que salen al mercado nuevas actualizaciones del producto que por un precio similar ofrecen mejores prestaciones, por lo que más vale rebajar fuertemente el precio de inicio y vender, que mantenernos para no encontrar comprador y con el tiempo vender con un precio aún menor, o en el peor de los casos, quedarnos sin vender porque no hay mercado por falta de demanda.
El mercado de segunda mano en Internet es bastante interesante, todos podemos reconocer algún que otro portal con muchísimos productos, que en algún momento dejaron de tener utilidad para sus dueños. Suele ser bastante sencillo publicar nuestros anuncios, entre más detallistas seamos al describirlos, mejor (incluso los desperfectos), y suelen tener más éxito los anuncios con fotos reales.
El comprador tiene una mejor percepción de aquellos vendedores que conservan el embalaje original del producto, puesto que transmiten la sensación de ser personas que cuidan sus pertenencias, por lo que los compradores dan por hecho que estos objetos estarán mejor cuidados.
Si del artículo que vas a poner a la venta compruebas que hay ya muchos otros anuncios, o bien resaltas alguna característica que los otros no tienen o no te cabe otra que rebajar más el precio, pues es la única forma de hacer tu venta más interesante cuando hay mucha competencia. Es un error mantener el mismo precio que los demás, más vale bajar 50 euros hoy que bajar 100 euros dentro de un mes.
No olvides que el objetivo es vender, el bien lo has amortizado, lo has usado, lo has disfrutado y ahora no lo usas, todo lo que obtengas es beneficio.
Comprar
La mayoría de las personas que se acercan a los mercados de segunda mano, ya sea por Internet, en tiendas especializadas, mercadillos, etc. sostienen la idea de que el riesgo de realizar una mala compra es mayor, ya que las garantías en muchos casos son inferiores a las del establecimiento original. No obstante, legalmente existe un período de garantía, aún cuando la compra se realice entre particulares (6 meses), pero como es lógico, en la mayoría de las transacciones entre particulares de objetos de poco importe, no suele quedar rastro de las transacciones, al contrario del caso de las transmisiones de vehículos o viviendas.
Por tanto, la compraventa entre particulares comporta un mayor riesgo, pero la recompensa también lo es, puesto que los precios entre particulares son siempre inferiores. A través de un intermediario profesional estamos pagando en el precio otras garantías adicionales o bien estructuras de costes que estarán acompañadas de precios más altos.
Sin embargo, si el bien está en buen estado, todas estas garantías nunca se utilizan y resulta de esta forma que el sobrecoste que hemos pagado por una mayor seguridad es innecesario.
Es importante conocer cara a cara a la persona que vende, las primeras impresiones suelen ser las correctas. Si la persona no nos transmite seguridad o vemos algo extraño, es el momento de dar un paso atrás, no tenemos compromiso alguno.
Analizad con detenimiento el objeto que vamos a comprar, incluso debéis investigarlo por Internet, saber sus características, cómo diferenciar una versión original de una falsificación, etc.
Como norma general, cuando se trate de objetos de cantidades elevadas, recomiendo que la compra sea asesorada o llevada a cabo por alguna persona experta en el bien a adquirir. Supongamos que vamos a comprar un instrumento musical de segunda mano, si no tenéis ni idea, mejor ir acompañados de un experto, pues os podéis quedar sin dinero y con una escoba con cuerdas pensando que es una guitarra.
Si el vendedor posee la documentación acreditativa de la compra, mejor aún, es posible que incluso lo que estamos comprando tenga la garantía de la tienda.
Todos tenemos nuestros límites, siendo distintos para cada uno de nosotros, así, todos alguna vez hemos pensado en qué cosas nunca compraríamos de segunda mano. Hay personas que les es imposible comprar ropa usada, otros que para ellos la tecnología es un mundo aparte y no confían para comprársela a un desconocido, o quien piensa que los coches son demasiado caros como para fiarse de un particular,...
Si lo pensamos bien, estamos comprando objetos, si bien cuando los compramos nuevos, nuevos son, pero al cabo de dos años, para nosotros siguen estando en buen estado, porque sabemos que los hemos tratado bien, por tanto, y poniéndonos en el "pellejo" de un potencial comprador, confiaríamos en nosotros mismos como vendedores.
Esta asimetría de información entre compradores y vendedores hace que surja la desconfianza o el miedo a la selección adversa, que es la mala elección que realizamos derivada de la asimetría de información, por ello es tan importante que los compradores conozcan bien la temática del objeto que compran, o sean asesorados por un experto, ya sea un familiar, amigo, conocido o alguien contratado por unas horas con este fin.
En definitiva, se trata de un mercado muy importante, eficiente, genera ahorro y normalmente reporta mayor satisfacción a los usuarios, tanto a compradores como a vendedores, puesto que el comprador se deshace de un bien que le ha dejado de tener utilidad y por ello percibe una contraprestación, y para el comprador, que compra exactamente lo que necesita, sin necesidad de encarecer su compra los últimos modelos de coche, mobiliario que ya no se fabrica, ordenadores, móviles, enseres domésticos, etc., y de esta manera se siguen aprovechando objetos en vez de que acaben ocupando espacio en un viejo desván o peor aún, en un vertedero.
Mi última forma de ahorrar fue con la compra de un auto entre los Coches ocasión. Es para tener en cuenta
ResponderEliminarGracias por tu comentario Maru! Efectivamente, en el mercado de vehículos de segunda mano hay mucha más tradición, pero hay gangas interesantes también en el sector de la telefonía, videojuegos, etc.
EliminarUn saludo!
Gran aporte para ahorrar. Por mi parte creo que la mejor forma de ahorrar reside en la planificación que hagamos de nuestras finanzas a través de un presupuesto que se vaya adaptando según a nuestras necesidades. Un saludo!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por leerme. Probablemente te interese la serie de "Ahorrar en Casa" http://ecofinahorro.blogspot.com.es/2011/12/ahorrar-en-casa-i-planificar.html
EliminarUn saludo!
Muchas gracias, le echaré un vistazo ;)
EliminarEstoy muy de acuerdo. En un par de meses he sacado 200 euros vendiendo cosas de segunda mano. Aqui te lo cuento. http://trabajoyahorro.blogspot.com.es/2014/01/vender-articulos-segunda-mano.html
ResponderEliminarMuy interesante tu Post Pilar!
EliminarYo también he vendido algunas cosillas por internet, y la verdad, técnicamente "sacar, sacar", no he sacado nada, normalmente he vendido las cosas por debajo de su precio original y por tanto, he perdido dinero, pero oye, la utilidad que le sacado a los objetos durante los años que los tuve, también hay que valorarla, así que al final, pues sí, le hemos "sacado dinero", como tu muy bien dices, y encima ahora con ese dinerillo puedes comprar otra cosa que te haga más falta ahora.
Un besote!
Unos consejos muy interesantes y útiles. Sin duda, la segunda mano es una buena opción hoy día, pudiendo conseguir cosas en buen estado a un precio más asequible. Aunque es fundamental asegurarnos de su buen estado y funcionamiento antes de comprar :) Un saludo.
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