En los últimos años la crisis financiera y económica ha forzado a las autoridades bancarias a argumentar la necesidad de que prosperen fusiones y adquisiciones entre bancos y cajas de ahorros, para que el tamaño de las entidades financieras sea mayor, balances equilibrados, solventes, saneados y el sistema bancario llegue a buen puerto al cruzar estas aguas turbulentas.
Esta tesis, de la que resumiendo mucho podríamos decir que se fundamenta en que la tempestad es mejor pasarla en un barco grande que separados en muchos pequeños, es posible que tenga muchos efectos positivos (para los cuales tengo mis dudas) y otros muchos negativos que deberíamos entrar a valorar.
Podemos creer más o menos esta afirmación del Banco de España u otros organismos similares a nivel europeo y mundial, pero qué duda cabe que vamos directamente hacia un sistema bancario en el quedarán 5 ó 6 bancos, despareciendo casi por completo las cajas de ahorros, o al menos como las conocemos hasta ahora.
Cierto es que las cajas de ahorro estaban demasiado politizadas, pero no por ello debemos despreciar la labor social que realizaban, pues una buena parte del beneficio retornaba a la sociedad a través de las obras benéficas. Recordemos que un banco es una empresa privada, por lo que los beneficios se reparten entre los accionistas.
El primer efecto que están teniendo estas fusiones es que se están realizando bajo otras figuras jurídicas distintas de las cajas de ahorro, principalmente bajo un Sistema Institucional de Protección, que no es más que un contrato entre las cajas participantes que conforman la unión de las cajas de turno en un banco que se crea expresamente para tal fin.
De esta manera, la integración del sistema financiero español está acabando paulatinamente con las cajas de ahorro, desapareciendo su fin social, pues se convierten en bancos. Podría decirse que es una privatización encubierta del sistema. Al mismo tiempo, se van despolitizando, ya que son los accionistas los que nombran al presidente y al consejo, y lo fiscaliza.
Además de esto, tenemos que pensar que a principios de 2010 en España habían unas 65 entidades financieras (entre cajas y bancos), por lo que si los planes del Gobierno o del Banco de España son que queden 5 ó 6 entidades, la oferta de servicios bancarios va a caer notablemente desde el punto de vista de la competencia, habiendo unos grandes incentivos entre las entidades a pactar tácitamente (o expresamente de forma clandestina) tarifas, pues al reducirse tanto el número de competidores, las posibilidades de que alguno trate de desmarcarse de la política de precios es bastante ínfima, por lo que se podría decir que existen grandes posibilidades de que las entidades resultantes ofrezcan precios similares por sus servicios. Es lo que llamamos un oligopolio, con la escasa posibilidad de elección que eso supone para el consumidor.
¿Quien es el gran beneficiado de éstas fusiones? Evidentemente y el más claro para mi es la Gran Banca, ya que de un plumazo va a suprimir toda la competencia que a modo de guerra de guerrillas "picoteaban" en su gran pastel.
¿Quién es el gran perjudicado? Como siempre, el ciudadano o consumidor, primero por la reducción de la competencia y la más que probable intención de que puedan existir pactos de precios entre los bancos que se mantengan; segundo, por la reducción o supresión de las obras sociales, las cuales invertían o inyectaban dinero a los colectivos más desfavorecidos a través de interesantes proyectos sociales; y, tercero, estas entidades, al no tener una finalidad de lucro propiamente dicha, aperturaban oficinas en zonas donde no abría ningún banco, dando la posibilidad de tener una oficina bancaria a las zonas más recónditas de nuestra geografía aunque la sucursal fuera deficitaria, así como darnos la oportunidad de ser clientes de una entidad financiera sin grandes exigencias, tal como hacen hoy en día muchos bancos, que parecen que desprecian a determinada clientela según el importe de sus nóminas o el tamaño de sus ahorros.
Después de reflexionar sobre todo esto, quedarían unas cuantas preguntas que me gustaría que sirvieran para abrir los comentarios de los lectores:
- ¿Te parece alto o bajo el precio que pagamos por eliminar a los políticos de las cajas de ahorros?
- ¿Se podría poner fin a la politización de las cajas de ahorros de otra manera, sin convertirlas en bancos?
- ¿La ineficiencia de los políticos al frente o cerca de la toma de decisiones de las cajas de ahorros es lo que ha provocado el fin de las cajas de ahorros?
- ¿El cierre de las cajas de ahorros es premeditado con la excusa de la crisis?
Mr. Fahrenheit
Ir a "Mi Banco"
Tengo la idea de que cuanto menos toquen los políticos, mejor para todos; porque creo que, en mayor o menor medida, lo acaban contaminando todo con sus guerras políticas, sus mafias internas y sus intereses particulares.
ResponderEliminarHasta ahora, en España, que yo sepa, todas las entidades bancarias que han quebrado o han estado a punto, han sido las cajas de ahorro. No sé si los culpables fueron los propios políticos o los administradores que nombraron éstos: con sus mala gestión, incompetencia o hambre insaciable de dinero. De cualquier manera, con su actuación directa o con su beneplácito, fueron parte del problema. La solución, por tanto, podría ser dejarlos al margen.
Los bancos no han tenidos tantos problemas; o eso parece. ¿Porque sí han sabido gestionar durante las vacas gordas y las vacas flacas? No lo sé.
Los bancos, puede que sean más costosos para el ciudadano, diariamente. Las quiebras de las cajas cuestan al ciudadano, de cuando en cuando, pero en grandes masas de dinero. No olvidemos que es el Estado, el que al final, paga los rescates, las indemnizaciones, etc., con nuestro dinero. Y somos nosotros los que nos quedamos colgados con un piso a medio construir, una entrada importante dada como señal, una constructora en quiebra y un banco que ha desaparecido y que es partícipe de la promoción.
No soy economista, pero por lo que veo, entiendo que antes o después, con bancos o cajas de ahorro, es a nosotros a quienes les sacuden los bolsillos.
100% de acuerdo con lo de los políticos, es un disparate que acaben haciendo el trabajo de técnicos, y en este caso la dirección de una caja de ahorros o cualquier entidad financiera es tarea de técnicos con las habilidades apropiadas para ese menester.
ResponderEliminarEl tema de quién paga los rescates no es exactamente así, lo cierto es que se nos vende de esa manera, pero en realidad ese dinero que se inyecta en los bancos a través del FROB (Fondo de Restructuración y Ordenación Bancaria) no es un ayuda a fondo perdido, es un préstamo y se devuelve a un tipo de interés bastante alto, creo recordar que sobre el 7,5%. Por tanto es un préstamo.
En el caso de las cajas intervenidas, como lo fue en su día Banesto, Banco de Valladolid, CCM o la propia CAM, estas se intervienen y el BdE (Banco de España) les "busca novia", es decir, otra entidad que se haga cargo, como por ejemplo el B. Sabadell Atlántico se ha hecho con la CAM, o en su momento el Banco Santander con Banesto.
No obstante, opino igual que tú, los políticos nunca debieron estar tan cerca del dinero, y por tanto la culpa de que las cajas de ahorros estén como están ahora tienen claros culpables, pero eso no quita que la pérdida social de la desaparición progresiva de estas entidades, con la importante ayuda social que aportaban a diversos programas o proyectos de beneficencia, sea un costo muy elevado, por no hablar de la concentración bancaria e incentivos a que los "mega-bancos" que se formen pacten precios, tarifas y formas de proceder.
Un abrazo "hayqueber" y gracias por tus siempre interesantes comentario y distintos puntos de vista.
Gracias a ti por escribir sobre temas que interesan.
ResponderEliminarNo sé muy bien a qué se destina el dinero de las fundaciones ni qué suma representa, pero, ¿podría ser que las cajas que ahora son bancos, al igual que se les ha "obligado" a privatizarse, se les obligara a mantener las fundaciones? También podría ser una opción que todo banco tuviera asociada una fundación, fuera o no de nueva creación.
En realidad las cajas son accionistas del nuevo banco que crean, por ejemplo: La Caixa es dueña de CaixaBank o las 7 cajas que formaron el BFA son accionistas de BFA y a su vez BFA tiene un 51% de Bankia.
EliminarPor tanto el porcentaje del beneficio que el banco destine a dividendos y que le corresponde a las cajas podría destinarse a la obra social... ¿pero hasta cuándo? Esto durará poco tiempo.