martes, 10 de julio de 2012

Llévate un Regalo de tu Banco

Muchos de nosotros, en momentos determinados de nuestra vida, hemos dado vueltas a la cabeza cómo aprovecharnos de los bancos, convertirnos en una especie de "Robin Hood de los Bancos", pero sin perjudicarlos, sólo beneficiarnos de algunos resquicios que ofrece la ley de la oferta y la demanda, pero sobretodo, aprovechar la encarnizada competencia entre entidades.

A menudo estas entidades financieras ofrecen determinadas promociones para captar clientes, pero concretamente en este post me quiero referir a las ofertas o los regalos que ofrecen para que domiciliemos en esta o aquella entidad financiera nuestra nómina o pensión.

Normalmente los regalos son apetecibles e interesantes y, total, en algún lugar debemos tener domiciliados nuestros ingresos. El caso es que se hace muy pesado cambiar de banco, por muchos motivos, pero entre otros: tenemos que cambiar las domiliaciones de nuestros recibos, cambiar las tarjetas, si tenemos préstamos, productos de ahorro, tenemos que mantener la cuenta en nuestra actual entidad... vamos, que es un engorro.

Lo que os voy a dejar aquí es un pequeño truco que me enseñó una vez un buen amigo que ha trabajado muchos años como gestor en banca, y además es informático:


El quid de la cuestión no está en cambiar la nómina, sino en que el banco que nos va a dar el regalo por cambiar nuestra nómina, crea que lo hemos hecho:

1. Abrimos la cuenta en el banco donde tengan la promoción que nos interesa (ya sea un ordenador, iPad, TV, billetes de avión, teléfonos móviles, etc. La gama es amplia)

2. Nos acogemos a la promoción y firmamos lo que haya que firmar (siempre que todo esté en regla y lo que firmamos se corresponda con la oferta que nos interesa)

3. En nuestro actual banco, ya sea a través de la banca on-line, o en la propia oficina, ordenamos una transferencia periódica mensual por la cantidad que nos exiga la promoción a la que nos hemos acogido, pero, y aquí viene lo importante, las transferencias periódicas se pueden codificar como "ordinaria" o como "nómina" (entre otras opciones), esto es sólo un código operativos del banco, por tanto, no afecta a efectos fiscales ni de otra índole. Atención, no confundir el "código o tipo" con el "concepto de la transferencia", en el "concepto" podemos poner lo que nos parezca, como por ejemplo "NÓMINA (y nuestro nombre)".

4. De esta forma, al banco que le hemos firmado la promoción, le llegará nuestra transferencia periódica mensual como si fuera una nómina, y su sistema informático aceptará la misma como tal y nos validará la entrega del regalo. Esto ocurre porque en estas promociones ni al sistema informático ni al banco, le importa la procedencia del dinero, sólo les importa que la transferencia llegue con el código de "nómina" y sea del importe adecuado para la promoción seleccionada.

5. Como el dinero no nos interesa tenerlo en esta nueva entidad, puesto que nuestra operativa y todos nuestros pagos están en nuestro banco original, pasados un par de días, transferimos o retiramos el dinero con destino a nuestro banco de siempre.

Dicho todo esto, hay que estar atentos a la fiscalidad del regalo, y muy pronto publicaré sobre el tema de los regalos en especie, pero también, antes de acogeros a este tipo de promociones o regalos, hay que leer bien la letra pequeña y tener muy claro cuáles van a ser los gastos de la nueva cuenta que hemos abierto, si nos obliga a un tiempo de permanencia, si nos condiciona a tener determinados productos (tipo tarjetas o planes de pensiones) y, lo más importante, si vale la pena o váis a estar muy ajustados con el follón de transferir de un banco a otro.

En fin, que es una alternativa para llevarse un regalo de vez en cuando y, la verdad, si las transferencias nos salen gratuitas (que así suele ser por tener la nómina domiciliada), el coste es nulo o despreciable.

Yo ya lo probé hace un par de años, y funciona perfectamente. Si lo probáis, contadme qué tal os ha ido.

Mr. Fahrenheit

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